Dentro de la integración del Kung Fu, y de su comprensión es el poder “vivirlo” más allá de entrenarlo. Kung Fu no radica en copiar movimientos, ropa, lenguaje o formas de comer incluso, este tipo de comportamiento tan solo nos podría aportar un enfoque histórico, eliminando un elemento primordial en el Kung Fu, la espontaneidad.
Los medios antiguos estaban basados en sus propios entornos y tecnología, los Maestros antiguos vivían el “momento” real, el aquí y el ahora. El Wing Tsun que nosotros practicamos se ha de adaptar a nuestro tiempo, a nuestro momento.
Los movimientos físicos, las teorías tácticas son “metáforas” para la vida diaria, elementos vitales para la práctica, como la relajación, concentración, confianza en uno mismo (que se traduce en confianza en las técnicas, lo que uno puede hacer) superar desafíos, correctamente aplicados llevan al practicante al punto que ellos quieran en su propia existencia.
Podemos conseguir grandes cosas en la vida, si aplicamos el Kung Fu y sus fundamentos a las acciones cotidianas. Si sólo nos centramos en el combate estamos limitando el total de cosas que podemos extraer del Kung Fu.
El Kwoon es un lugar para “crecer”, si nos remitimos sólo al combate muchas cosas importantes pueden perderse en el camino.
A menos que se consiga integrar y entender estos principios a la vida , no podemos afirmar “son nuestros”, cuando tu práctica te enseña a ti mismo a Ser.
Las aamm nos entregan herramientas para preservar la vida: defensa personal, ejercicio saludable para el cuerpo, filosofía y espiritualidad. No es una tarea fácil integrar todos estos elementos, la vida es un continuo de momentos preciosos, es aquí y ahora, disfrutar nuestra práctica como la primera vez, hacer nuestro el conocimiento, conseguir el equilibrio. En la práctica (entrenamiento) conseguimos traspasarla a la vida de manera real (práctica).
“Saber mantener una visión correcta fuera del Kwoon , con lo que se aprende dentro de el”.
Los medios antiguos estaban basados en sus propios entornos y tecnología, los Maestros antiguos vivían el “momento” real, el aquí y el ahora. El Wing Tsun que nosotros practicamos se ha de adaptar a nuestro tiempo, a nuestro momento.
Los movimientos físicos, las teorías tácticas son “metáforas” para la vida diaria, elementos vitales para la práctica, como la relajación, concentración, confianza en uno mismo (que se traduce en confianza en las técnicas, lo que uno puede hacer) superar desafíos, correctamente aplicados llevan al practicante al punto que ellos quieran en su propia existencia.
Podemos conseguir grandes cosas en la vida, si aplicamos el Kung Fu y sus fundamentos a las acciones cotidianas. Si sólo nos centramos en el combate estamos limitando el total de cosas que podemos extraer del Kung Fu.
El Kwoon es un lugar para “crecer”, si nos remitimos sólo al combate muchas cosas importantes pueden perderse en el camino.
A menos que se consiga integrar y entender estos principios a la vida , no podemos afirmar “son nuestros”, cuando tu práctica te enseña a ti mismo a Ser.
Las aamm nos entregan herramientas para preservar la vida: defensa personal, ejercicio saludable para el cuerpo, filosofía y espiritualidad. No es una tarea fácil integrar todos estos elementos, la vida es un continuo de momentos preciosos, es aquí y ahora, disfrutar nuestra práctica como la primera vez, hacer nuestro el conocimiento, conseguir el equilibrio. En la práctica (entrenamiento) conseguimos traspasarla a la vida de manera real (práctica).
“Saber mantener una visión correcta fuera del Kwoon , con lo que se aprende dentro de el”.
Alejandro Iriarte L. (Wing Tsun Kwoon).
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